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MANIFIESTO: RENUNCIA A LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA


Hoy 10 de diciembre de 2022, en el marco del día de los Derechos Humanos


Mujeres y hombres en condición de ciudadanas y de ciudadanos, nos aprestamos a renunciar, con alcance definitivo, a la Iglesia Católica Romana en un acto cuyo carácter ritual se aviene con las denuncias factibles de formular contra esta iglesia, por los múltiples actos de violencia ejercida sobre la diversidad humana (quema de mujeres y de hombres, incineración de obras literarias, prohibición de métodos anticonceptivos, persecución despiadada hacia opositores ideológicos, imposición de adscripción a sus registros, abusos de autoridad, legitimación de violación de menores de edad, ), así como la presentación de las peticiones a la curia de Armenia para exigir que se reconozca a nuestro nombre la condición de APÓSTATAS de la fe y de la iglesia católica.

La apostasía es la renuncia a la fe cristiana recibida por medio del bautismo; el abandono explícito y voluntario de los dogmas y creencias de la Iglesia Católica Romana que, se supone, son infundidos durante el “sacramento” del bautismo por la “gracia” del “Espíritu Santo”, independientemente de que en ese momento el interesado pueda no tener conciencia de ello, ni posea capacidad crítica para decidir si deseará o no algún día abrazar libre y voluntariamente dicha fe.

Este acto es una muestra de rechazo y oposición a la intromisión de la Iglesia en los asuntos del Estado lo cual viola, flagrantemente, la Constitución Política que declara la libertad de cultos y define a Colombia como un Estado laico.

Queremos llamar la atención sobre la nociva, retrógrada y reaccionaria doctrina que defiende el estado Vaticano y la jerarquía católica, al oponerse al avance de la democracia y la libertad negando los derechos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, la igualdad de derechos para las mujeres y el respeto a sus decisiones sobre la sexualidad y la maternidad, la violencia de género, el uso de métodos anticonceptivos, la interrupción voluntaria del embarazo, la prevención del VIH-SIDA y otras infecciones de transmisión sexual, la investigación científica con células madre, la reproducción asistida, el debate sobre el derecho a una muerte digna, al derecho a una educación laica, imponiendo una única moral, un discurso único y excluyente que discrimina y estigmatiza a quienes reivindican el respeto a la dignidad humana, la libertad, la razón, el progreso científico para bien de la humanidad y una conciencia universal y humanista.

Para la construcción de la democracia en Colombia es profundamente lesivo que una institución como la Iglesia Católica Romana insista en rechazar el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad, cuestionando abiertamente los pronunciamientos de la Corte Constitucional a la vez que pretendiendo, sutilmente, el desacato de dichas decisiones.

La Iglesia Católica sigue pretendiendo influir en los legisladores, las asociaciones médicas, los medios de comunicación y la opinión pública, para prohibir y reprimir la libertad y los derechos de las mujeres, imponiendo sus posiciones morales por encima de las decisiones constitucionales y legales.

Como personas libres y conscientes decidimos que no podemos seguir haciendo parte de una institución que atenta contra nuestras convicciones, pues nosotras y nosotros, Mujeres y Hombres en pleno uso de nuestras facultades y en ejercicio de nuestros derechos y libertades constitucionales y legales REIVINDICAMOS EL ESTADO LAICO, LA DIGNIDAD HUMANA Y LA LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DENUNCIAMOS que:

  1. La Iglesia Católica Romana es una institución antidemocrática, autoritaria y violenta, que niega el desarrollo de la personalidad, la libertad de cultos, la libertad de cátedra y la objeción por razones de conciencia, al imponer en la sociedad una única conciencia de carácter religioso.

  2. La Iglesia Católica Romana alberga en su jerarquía a criminales abusadores sexuales de menores, a violadores e hipócritas, a la vez que se guarecen en normas concordatarias y legales, lo cual los torna en sujetos en condición de privilegiados y excluidos de las sanciones válidas para los demás ciudadanos y ciudadanas.

  3. La Iglesia Católica Romana es culpable de crímenes de Lesa Humanidad: las cruzadas, la inquisición, la justificación de la esclavitud y la imposición violenta de la fe católica y el exterminio de los Pueblos Originarios de América.

  4. La Iglesia Católica Romana se ha beneficiado y ha apoyado a regímenes autoritarios y criminales (el fascismo italiano, el nazismo alemán, el franquismo español, las dictaduras militares en América Latina, el régimen mafioso, paramilitar y narcotraficante en la Colombia del pasado reciente).

  5. La Iglesia Católica Romana ha discriminado y violentado a las mujeres, ha negado sus derechos y el ejercicio de su ciudadanía plena, ha confinado su sexualidad a la reproducción, y su papel en la sociedad lo ha reducido a la maternidad y al servicio de los demás.

  6. La Iglesia Católica Romana, como institución monosexual masculina viola constantemente los derechos sexuales y reproductivos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, población queer, con su continua apología a la homofobia y el exilio continuo de estas personas a causa de su diversidad sexual.

  7. La Iglesia Católica Romana ha secuestrado la función erótica de la sexualidad y ha impuesto como única opción la heterosexualidad obligatoria.

  8. La Iglesia Católica Romana bendice ejércitos y armas y avala la doctrina de la “guerra justa”, lo cual deriva en dolor para la experiencia de millones de seres humanos en la realidad dolida y trágica de Colombia.

  9. La Iglesia Católica Romana promueve y mantiene el estado capitalista en el que unos pocos acumulan riquezas, mientras empobrece y explota a la gran mayoría, destruye las condiciones materiales de vida, destroza la naturaleza, maltrata los animales, amenaza el sostén de la vida humana en el planeta.

  10. La Iglesia Católica Romana viola el Estado Social de Derecho al agenciar la enseñanza religiosa en las instituciones educativas oficiales y al invadir el espacio y los edificios públicos con su imaginería y sus iconos religiosos. Se sirve de su poder y de sus privilegios para mantener ascendiente sobre los funcionarios públicos ante quienes gestiona recursos del Estado, lo cual genera una situación de evidentes favorecimientos y ventajas sobre las demás confesiones religiosas.

  11. La Iglesia Católica Romana tiene accesos privilegiados a cárceles, instalaciones militares, hospitales públicos, universidades, estamentos judiciales para insuflar sus doctrinas y operar bajo el señuelo ideológico de sus postulados.

  12. La Iglesia Católica Romana ha estigmatizado, perseguido y declarado “hijos del diablo” a quienes asumen una opción de libre pensamiento y de postura atea, con lo cual ha contribuido a la tortura, al despojo de sus derechos y al crimen hacia cantidad ingente de hombres y mujeres a través de la historia.

  13. La Iglesia Católica Romana violó nuestros derechos fundamentales al afiliarnos a su comunidad de creyentes aun cuando no podíamos decidir de manera libre y consciente.

Por tal motivo este viernes 10 de diciembre de 2022, mediante un derecho de petición, que será entregado a la curia de Armenia, exigiremos el reconocimiento de nuestra condición de apóstatas, que nuestros nombres sean excluidos de los libros y los documentos eclesiásticos y que no sigan siendo manipulados en sus estadísticas.


¡POR UN ESTADO LAICO,

POR UNA SOCIEDAD JUSTA,

LIBRE DE MIEDOS Y CULPA!





ASUNTO: DERECHO DE PETICIÓN


Armenia 10 de diciembre de 2022

Al Obispo de Armenia

CARLOS ARTURO QUINTERO GÓMEZ

CURIA DIOCESANA

Calle 23 # 12-26


(Nombre)---------------------------------------------------------------------------------------,

Con cédula de ciudadanía N° ------------------------------------------------------------, y bautizado en la parroquia de ----------------------------------------------------------,

En la fecha -----------------------------------------------------------------------------------,



MANIFIESTO:


  1. Haber sido bautizada/o a la fe católica como una decisión tomada por mi familia, bajo la presión ideológica ejercida por la Iglesia Católica Romana y por el Estado, pero suponiendo cuáles debían ser mis convicciones morales y religiosas, y negando por tanto, la plena libertad para emitir un juicio personal-libre y consciente-sobre las convicciones nombradas, vulnerando mis derechos a la libre asociación y al libre desarrollo de la personalidad (art. 16. Constitución Política de Colombia).

  2. Haber meditado suficientes años, haciendo uso de mi inalienable derecho a la libertad de conciencia y a mi capacidad de razonamiento crítico, sobre el significado de mi adscripción a la fe católica y, por consiguiente, a la Iglesia Católica Romana.

  3. A través de la presente declaración, y haciendo efectivo el ejercicio del derecho de mi capacidad de juicio libre y democrático deseo expresar, en absoluta libertad, mi contradicción con la adscripción a una entidad caracterizada por su dogmatismo.

  4. Mi profundo convencimiento que la fidelidad a la propia conciencia es un derecho constitucional reconocido por la legislación colombiana en el art. 18 del Estatuto Constitucional colombiano, al cual ninguna entidad privada o pública puede oponerse.

  5. Mi insumisión a los dogmas, las normas y la jerarquía de la Iglesia Católica Romana y mi desacuerdo total con sus postulados y doctrinas.

  6. Mi profunda convicción acerca de la vivencia personal y social de valores como la bondad, la justicia, el respeto, la confianza, el cuidado, la sinceridad, la tolerancia, el trabajo de la ciencia, que no pueden constituir monopolio de iglesia alguna.

  7. Mi adscripción a posturas de libre pensamiento y de libertad de conciencia como conquistas irrenunciables de la humanidad, por lo que


SOLICITO:


Mi exclusión, a todos los efectos-incluso los estadísticos-, del registro de personas bautizadas en la fe católica y el reconocimiento del acto de apostasía que por esta declaración expreso, haciendo uso de los legítimos derechos a disponer libremente de mis convicciones morales, éticas y religiosas y al libre desarrollo de la personalidad, tal y como los consagra la Constitución Política de Colombia.


Atentamente,






Firma y dirección del domicilio para el envío de respuesta




Nota:

Llevar original y copia, el domicilio es indispensable para que tenga validez el Derecho de Petición

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